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Lois Pereiro intuyó siempre que su vida y su obra serían breves. Tal vez por eso, vivió y escribió con una intensidad que nos ha legado algunas de las páginas más íntimas y conmovedoras de las letras gallegas. Fue un poeta alejado de dogmas y siempre un paso adelante, capaz de unir la más radical modernidad con la sensibilidad rosaliana, con Thomas Bernhard, Peter Handke o Paul Celan como referentes constantes. Pereiro, afirmaba Manuel Rivas, «es el clásico que tiene la literatura gallega sin saberlo». Y, ciertamente, durante años, su figura y su obra parecieron abocadas a convertirse en objeto de un culto subterráneo. Por ello es relevante su elección y la voluntad de la Xunta de Galicia de apoyar esta Obra completa, que incluye Poemas para una loia, Poemas 1981-1991 y Poesía última de amor y enfermedad; la nouvelle Náufragos del paraíso; el ensayo Modesta proposición..., y Conversación ultramarina, testimonio literario de sus últimos meses de vida, que recuperamos íntegramente.
Lois Pereiro (Monforte de Lemos, 1958 – A Coruña, 1996) inició su carrera literaria a los 17 años en la revista Loia, promovida por un grupo de gallegos instalados en Madrid entre los que estaban su hermano Xosé Manuel Pereiro, Manuel Rivas o Antón Patiño. Allí cayó víctima del síndrome de la colza: un primer golpe al que tiempo después se sumó la desgracia del sida, lo que le obligó a vivir siempre sumido en la enfermedad. De vuelta en A Coruña, publicó "Poemas 1981-1991" y "Poesía última de amor y enfermedad". El resto de su obra, que se recoge íntegramente en este volumen, se publicaría tras su muerte, ocurrida el mismo día en que se hizo pública la sentencia del caso de la colza.
«La mirada de Carlo Padial sobre las cosas y sobre las relaciones sociales es desquiciada y turbadora, pero su sentido del ritmo tiene precisión de relojero. Un libro estupendo.» (Ignacio Vidal-Folch).
Dinero gratis podría ser definido como un inclasificable volumen de relatos acerca del lado más extraño de lo cotidiano; como una particular parodia de la sociedad moderna, o incluso como una selección de las más extravagantes patologías que afectan a sus habitantes. Un conjunto de relatos enérgicos, críticos, irreverentes y absolutamente hilarantes que rozan por momentos el terror psicológico.
Su autor, Carlo Padial, lleva años desarrollando una intensa actividad como autor de cómics, guionista de televisión y realizador
En Dinero gratis recupera la mejor tradición satírica para crear una potente y desquiciada comedia humana por la que desfilan, entre otros, un fotógrafo de National Geographic atrapado en incómodos dilemas morales, un hombre tiranizado por las manías higiénicas de su mujer, un tipo obsesionado por el éxito artificial de un escritor sin talento, un cafeinómano dispuesto a acabar con el imperio Starbucks, un desempleado enfrentado a una empresa intangible de dimensiones monstruosas y hasta el mismísimo Ángel Pavlovsky.
«Carlo (Hart) Padial es un terrorista pacífico: se hace pasar siempre por el compañero del que lleva la bomba. Las mata susurrando, ya sea en cómic, en televisión o en sus relatos. Quizá va demasiado por delante: su humor es más propio de El Viernes.» (Hernán Migoya).
«En Dinero gratis hay mucho sarcasmo, un sarcasmo global, doloroso incluso. El humor es el único método válido de supervivencia. No es un libro para leer antes de dormir.» (Rubén Lardín).
«En mi familia todo el mundo tiene miedo. Quien más, quien menos está convencido de que algo terrible está a punto de pasar, o ya ha pasado... Mi madre les tiene miedo a los perros. Mi padre le tiene miedo a mi madre. Yo le tengo miedo a mi padre. Es como una cadena. Mi familia está unida por el miedo, por el pánico a una amenaza invisible.»
«¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Es que no puedo tener una vida aburrida? Es lo único que pido. Una vida aburrida, sin sobresaltos, con un empleo fijo, aburrido, y una mujer fiel, y aburrida... Y un padre normal, en fin, no sé. Para mí, lo ideal sería vivir una vida normal, sin tantas neurosis. Sin tantos pequeños problemas amontonados los unos encima de los otros, ahogándome, sepultándome.»